martes, 28 de diciembre de 2010

SILENCEIT



Oh, toda herida se me torna perfumada,
lo aprendí ya hace tiempo, de los cipreses.
Pues todo lo que eras, y todo lo que hieses…
El arte entregómete bel e inmarcesada.

Entonces trísteme son aquellas tus dicciones,
en que yo alzo mis ojos hacia el aspérrimo
cielo, y maldigo mis estrofas y ficciones,
pues que en tinta sólo queda tu ser probérrimo.

Y verboide me hallo ahora : pesarmente,
la luz a capela sin querer se petrifica…
Ah y es ello inmolación que dignifica,
al hombre que amádote, durmió en tu algente.




Orfeo

lunes, 20 de diciembre de 2010

AUTOBIOGRAFÍA



Creyó más de lo que pudo
y penso demasiado
los pormenores del ave nocturna.

Tradujo torpemente el retazo de Luz
que recibió aquella tarde.

Amó a penas, como todos.

Algún poema lo redime.





Rafael Velasco

RETRASO


De pronto…
Si te encontrara
afijo
en cualquier esquina
de las cuatro estaciones,
ataviada de agonía y de silencio,
reconocer ya no podré
entonces esa tu mano,
pues mi mirar será de pétalo
a pocos nombres de extinguirse.



Orfeo

ACACIA


Converso con la acacia
que está florida como un mar de espuma.
¿Por qué, poeta, no me ven tus ojos
que ayer me presentían en el llanto?
Para no lastimarla es mi voz suave.
La miro ahora desde el fin del mundo,
desde el árbol primero de la tierra.
La miro ahora desde el alto día
en que se abrieron todos los retoños
en el arco del cielo resonante.
Vivo más allá del sufrimiento.
Hasta el amor se me trizó en los ojos,
y me vistió de lentas golondrinas.
Converso con la acacia
-racimo de marfil, vaso de lumbre-
y detrás de mis hombros amanece
el signo teologal de la esperanza
y hay un rumor de cera que desciende
de las dulces pestañas de las manos.




Ángel Cruchaga

viernes, 8 de octubre de 2010

SONETO XII


Ah, bebo del cuenco de una rosa,
y mientras dos gorriones, que trinando
por mi rostro, luego quedan posando
en mis frías y muy trémulas manos.

Ellas están así por los cercanos
ojos fragantes, de llama olorosa,
en que mi ser despacio convalece.

Mi corazón entonces, crece y crece:
fresco fuego de agua que crepita.
Oh muy más bello instante eterno,

en que da flor el alma en pleno invierno
y transforma en hojas los latidos,
como un otoño en el que erguidos
sólo quedan, besos que el alma grita.





Orfeo

SÓLO UNA VEZ


sólo una vez lo hice
por debajo del agua
con el romance
desnuda
y el palacio del mar
acusándome de un robo
los caracoles
los peces
las aguas frías

(mi alma no resiste
a tal belleza)

me matan
me entierran
pero mi alma sigue viva





Delfina Goldaracena

[. . . ] DEL OTOÑO


Hagamos el otoño,
no hagamos el amor,
porque el otoño es la fusión entre luz y lejanía.
Yo quiero que hoy hagamos el otoño,
que seamos árboles y que se caigan nuestras ropas.
Ven, hagamos esto y no el amor,
porque al amor nadie lo ha creado.
Oh sé, sé mía y de la noche hasta la aurora.
O bien si quieres haremos la primavera,
en la que toda mano trina y la dama
da una flor llamada hijo.
Ven, doncella, juntos haremos nuevas estaciones.
Inventaremos nuevos besos y sonidos…
Buscaremos otras formas de ser uno,
bailaremos sin cansarnos
el sagrado vals del círculo nocturno.
Y llegada la aurora,
seguiremos perfeccionándonos,
aún convergeremos, aún crepitaremos,
aún seremos verbo en perífrasis constante.





Orfeo

ON HIS BLINDNESS


Indigno de los astros y del ave
que surca el hondo azul, ahora secreto,
de esas líneas que son el alfabeto
que ordenan otros y del mármol grave
cuyo dintel mis ya gastados ojos
pierden en su penumbra, de las rosas
invisibles y de las silenciosas
multitudes de oros y de rojos
soy, pero no de las Mil Noches y Una
que abren mares y auroras en mi sombra
ni de Walt Whitman, ese Adán que nombra
las criaturas que son bajo la luna,
ni de los blancos dones del olvido
ni del amor que espero y que no pido.





Borges

YO ERA


Para Mayra




Yo era el significado exacto de la palabra amigo.





Orfeo

CANTO II


Mujer el mundo está amueblado por tus ojos
Se hace más alto el cielo en tu presencia
La tierra se prolonga de rosa en rosa
Y el aire se prolonga de paloma en paloma
Al irte dejas una estrella en tu sitio
Dejas caer tus luces como el barco que pasa
Mientras te sigue mi canto embrujado
Como una serpiente fiel y melancólica
Y tú vuelves la cabeza detrás de algún astro
¿Qué combate se libra en el espacio?
Esas lanzas de luz entre planetas
Reflejo de armaduras despiadadas
¿Qué estrella sanguinaria no quiere ceder el paso?
En dónde estás triste noctámbula
Dadora de infinito
Que pasea en el bosque de los sueños
Heme aquí perdido entre mares desiertos
Solo como la pluma que se cae de un pájaro en la noche
Heme aquí en una torre de frío
Abrigado del recuerdo de tus labios marítimos
Del recuerdo de tus complacencias y de tu cabellera
Luminosa y desatada como los ríos de montaña
¿Irías a ser ciega que Dios te dio esas manos?
Te pregunto otra vez
El arco de tus cejas tendido para las armas de los ojos
En la ofensiva alada vencedora segura con orgullos de flor
Te hablan por mí las piedras aporreadas
Te hablan por mí las olas de pájaros sin cielo
Te habla por mí el color de los paisajes sin viento
Te habla por mí el rebaño de ovejas taciturnas
Dormido en tu memoria
Te habla por mí el arroyo descubierto
La yerba sobreviviente atada a la aventura
Aventura de luz y sangre de horizonte
Sin más abrigo que una flor que se apaga
Si hay un poco de viento
Las llanuras se pierden bajo tu gracia frágil
Se pierde el mundo bajo tu andar visible
Pues todo es artificio cuando tú te presentas
Con tu luz peligrosa
Inocente armonía sin fatiga ni olvido
Elemento de lágrima que rueda hacia adentro
Construido de miedo altivo y de silencio

Haces dudar al tiempo
Y al cielo con instintos de infinito
Lejos de ti todo es mortal
Lanzas la agonía por la tierra humillada de noches
Sólo lo que piensa en ti tiene sabor a eternidad
He aquí tu estrella que pasa
Con tu respiración de fatigas lejanas
Con tus gestos y tu modo de andar
Con el espacio magnetizado que te saluda
Que nos separa con leguas de noche
Sin embargo te advierto que estamos cosidos
A la misma estrella
Estamos cosidos por la misma música tendida
De uno a otro
Por la misma sombra gigante agitada como árbol
Seamos ese pedazo de cielo
Ese trozo en que pasa la aventura misteriosa
La aventura del planeta que estalla en pétalos de sueño
En vano tratarías de evadirte de mi voz
Y de saltar los muros de mis alabanzas
Estamos cosidos por la misma estrella
Estás atada al ruiseñor de las lunas
Que tiene un ritual sagrado en la garganta

Qué me importan los signos de la noche
Y la raíz y el eco funerario que tengan en mi pecho
Qué me importa el enigma luminoso
Los emblemas que alumbran el azar
Y esas islas que viajan por el caos sin destino a mis ojos
Qué me importa ese miedo de flor en el vacío
Qué me importa el nombre de la nada
El nombre del desierto infinito
O de la voluntad o del azar que representan
Y si en ese desierto cada estrella es un deseo de oasis
O banderas de presagio y de muerte
Tengo una atmósfera propia en tu aliento
La fabulosa seguridad de tu mirada con sus constelaciones íntimas
Con su propio lenguaje de semilla
Tu frente luminosa como un anillo de Dios
Más firme que todo en la flora del cielo
Sin torbellinos de universo que se encabrita
Como un caballo a causa de su sombra en el aire
Te pregunto otra vez
¿Irías a ser muda que Dios te dio esos ojos?
Tengo esa voz tuya para toda defensa
Esa voz que sale de ti en latidos de corazón
Esa voz en que cae la eternidad
Y se rompe en pedazos de esferas fosforescentes
¿Qué sería la vida si no hubieras nacido?
Un cometa sin manto muriéndose de frío
Te hallé como una lágrima en un libro olvidado
Con tu nombre sensible desde antes en mi pecho
Tu nombre hecho del ruido de palomas que se vuelan
Traes en ti el recuerdo de otras vidas más altas
De un Dios encontrado en alguna parte
Y al fondo de ti misma recuerdas que eras tú
El pájaro de antaño en la clave del poeta
Sueño en un sueño sumergido
La cabellera que se ata hace el día
La cabellera al desatarse hace la noche
La vida se contempla en el olvido
Sólo viven tus ojos en el mundo
El único sistema planetario sin fatiga
Serena piel anclada en las alturas
Ajena a toda red y estratagema
En su fuerza de luz ensimismada
Detrás de ti la vida siente miedo
Porque eres la profundidad de toda cosa
El mundo deviene majestuoso cuando pasas
Se oyen caer lágrimas del cielo
Y borras en el alma adormecida
La amargura de ser vivo
Se hace liviano el orbe en las espaldas

Mí alegría es oír el ruido del viento en tus cabellos
(Reconozco ese ruido desde lejos)
Cuando las barcas zozobran y el río arrastra troncos de árbol
Eres una lámpara de carne en la tormenta
Con los cabellos a todo viento
Tus cabellos donde el sol va a buscar sus mejores sueños
Mi alegría es mirarte solitaria en el diván del mundo
Como la mano de una princesa soñolienta
Con tus ojos que evocan un piano de olores
Una bebida de paroxismos
Una flor que está dejando de perfumar
Tus ojos hipnotizan la soledad
Como la rueda que sigue girando después de la catástrofe
Mi alegría es mirarte cuando escuchas
Ese rayo de luz que camina hacia el fondo del agua
Y te quedas suspensa largo rato
Tantas estrellas pasadas por el harnero del mar
Nada tiene entonces semejante emoción
Ni un mástil pidiendo viento
Ni un aeroplano ciego palpando el infinito
Ni la paloma demacrada dormida sobre un lamento
Ni el arcoiris con las alas selladas
Más bello que la parábola de un verso
La parábola tendida en puente nocturno de alma a alma
Nacida en todos los sitios donde pongo los ojos
Con la cabeza levantada
Y todo el cabello al viento
Eres más hermosa que el relincho de un potro en la montaña
Que la sirena de un barco que deja escapar toda su alma
Que un faro en la neblina buscando a quien salvar
Eres más hermosa que la golondrina atravesada por el viento
Eres el ruido del mar en verano
Eres el ruido de una calle populosa llena de admiración
Mi gloria está en tus ojos
Vestida del lujo de tus ojos y de su brillo interno
Estoy sentado en el rincón más sensible de tu mirada
Bajo el silencio estático de inmóviles pestañas
Viene saliendo un augurio del fondo de tus ojos
Y un viento de océano ondula tus pupilas
Nada se compara a esa leyenda de semillas que deja tu presencia
A esa voz que busca un astro muerto que volver a la vida
Tu voz hace un imperio en el espacio
Y esa mano que se levanta en ti como si fuera a colgar soles en el aire
Y ese mirar que escribe mundos en el infinito
Y esa cabeza que se dobla para escuchar un murmullo en la eternidad
Y ese pie que es la fiesta de los caminos encadenados
Y esos párpados donde vienen a vararse las centellas del éter
Y ese beso que hincha la proa de tus labios
Y esa sonrisa como un estandarte al frente de tu vida
Y ese secreto que dirige las mareas de tu pecho
Dormido a la sombra de tus senos

Si tú murieras
Las estrellas a pesar de su lámpara encendida
Perderían el camino
¿Qué sería del universo?





V.Huidobro

martes, 28 de septiembre de 2010

SONETO III


"Cuando se fue nada dejó que no doliera."


M. Fernández




Cuando, Melpémone, golpeando mi ventana,
tempérea, con su muy más tenue luz sosiega,
acrecienta mis ansias y mi pena, e, inerte,
mirar de noche azul tu rostro puedo, lejana.

Y acato los mustios versos en que impera
su áurea y bel rosácea vestidura,
que de nubes y astros muchos es su hechura,

y en vientos no muy rubios su crespa cabellera.
Crepitar de aguas, y en el muro, unas margaritas,
y árboles y hierbas también Amada agitas:

todo el silencio hadesádico en mi trema.
Y así es como una luz alada llega,
reabriendo en mí la ignota llaga que al verte,
se coagula toda ella en un poema.





Orfeo

EL BREVE AMOR


Con qué tersa dulzura
me levanta del lecho en que soñaba
profundas plantaciones perfumadas,

me pasea los dedos por la piel y me dibuja
en el espacio, en vilo, hasta que el beso
se posa curvo y recurrente,

para que a fuego lento empiece
la danza cadenciosa de la hoguera
tejiéndose en ráfagas, en hélices,
ir y venir de un huracán de humo...

¿Por qué, después,
lo que queda de mí
es sólo un anegarse entre las cenizas
sin un adiós, sin nada más que el gesto
de liberar las manos?





Cortázar

PIÙ AMORE


Sei quello fiorella
che là in lontananza,
in mezzo al bosco e l'acquazzone,
osa essere abbreviazione
di uccello,
e è ciò la rimembranza
tutta, il capitello
della tua voce o donzella…





Orfeo

A LA CINTURA DE UNA MUCHACHA


Oh, delgado contorno de la vida.
El fluir de la sangre en él acaba.
Oh, columna de luz y ansia de lava.
Volcán para mi mano estremecida.

Límite de la tarde preferida,
bajo un torso de niebla enajenada.
No hay tránsito a la noche enamorada,
pájaro sometido y sin salida.

Oh, ese cerrado cielo en que se unen
el poderoso mare y el labio suave
de la tierra: horizonte atormentado.

Cómo acecha la muerte ese volumen
hermoso, tan levísimo e ingrave.
Oh, la flecha de Dios en tu costado.





V.Gaos

AUREA AETAS


Oh móvil Crónos quedo de mística hermosura,
vaga tristeza en que tenía el alma sedosa,
pura, en donde oí lo que ora me sufraga,
la rosa, cual una luz llevándome al óvil.





Orfeo

SONETO XVIII


¿He de compararte a un verano de febeorayo?
tú eres más bel y más templante:
fieros vientos agitan los amados capullos de Mayo,
y el arriendo del estío tuvo un muy más breve instante:

En algún momento en demasía ardiente el ojo del Altísimo fulgurece,
y a menudo es su áureo rostro oscurecido,
y todo bello de lo bello en algún momento decrece,
por azar, o curso del cambio de lo natural inconvenido:

Mas tu constante verano será sin agotamiento,
no perderá posesión de ese atractivo que tú tienes,
ni ha la Muerte jactarse que a distracción entras en su umbramiento.
Cuando en perpetuos versos al mismo tiempo tú medrenes:

Mientras que Hombres puedan respirar u ojos vean,
tanto vivan estos, y estos vida te provean.



Shakespeare

( Traducción: Orfeo )

viernes, 24 de septiembre de 2010

POEMA (1)


Cuerpo de mujer, blancas colinas, muslos blancos,
te pareces al mundo en tu actitud de entrega.
Mi cuerpo de labriego salvaje te socava
y hace saltar el hijo del fondo de la tierra.

Fui solo como un túnel. De mí huían los pájaros
y en mí la noche entraba su invasión poderosa.
Para sobrevivirme te forjé como un arma,
como una flecha en mi arco, como una piedra en mi honda.

Pero cae la hora de la venganza, y te amo.
Cuerpo de piel, de musgo, de leche ávida y firme.
Ah los vasos del pecho! Ah los ojos de ausencia!
Ah las rosas del pubis! Ah tu voz lenta y triste!

Cuerpo de mujer mía, persistirá en tu gracia.
Mi sed, mi ansia sin limite, mi camino indeciso!
Oscuros cauces donde la sed eterna sigue,
y la fatiga sigue, y el dolor infinito.





Neruda

FEELING


Mientras la noche apuñala incesante
las primigenias lápidas a Cristo,
y toda la luz coagulada en quisto
irisar de pétalos, perpetuante

observo tu rostro en conjurado
dominio total de la hojarasca,
y es mi alma ingrave la que masca
el signo de tu amor enajenado.





Orfeo

AMA TU RITMO


Ama tu ritmo y ritma tus acciones
bajo su ley, así como tus versos;
eres un universo de universos
y tu alma una fuente de canciones.

La celeste unidad que presupones
hará brotar en ti mundos diversos,
y al resonar tus números dispersos
pitagoriza en tus constelaciones.

Escucha la retórica divina
del pájaro del aire y la nocturna
irradiación geométrica adivina;

mata la indiferencia taciturna
y engarza perla y perla cristalina
en donde la verdad vuelca su urna.





Rubén Darío

POEMA


"La Nature est un temple où de vivants piliers
laissent parfois sortir de confuses paroles;
l'homme y passe à travers des forêts de symboles
qui l'observent avec des regards familiers."



Baudelaire




Dijo el sol a los poetas:
---salid, hablad azul, y que mis rayos flechas sean, por doquier---
Dijo mas la luna:
---he elevado la marea---
El mar:
---no, yo poseo olas---
El viento:
---y yo recuerdos---
Entrometióse una mujer y dijo:
---No, yo los inspiraré, en mí quepan todas sus virtudes---
Interrumpió el silencio y sólo dijo:
---shhh, van a escribir---.





Orfeo

domingo, 19 de septiembre de 2010

ESTE SABOR DE LÁGRIMAS



Gris y más gris. No estás, y yo estoy triste
de una tristeza apenas explicable
con palabras, y de una imperturbable
soledad, que por ti nace y existe.

Siempre de gris, mi corazón se viste:
polvo y humo, ceniza abominable,
y la envolvente bruma irrenunciable
que estaba ayer. Y hoy. Y que persiste.

Gris a mí alrededor. Contra mi mano
la nube espesa se va abriendo en vano
porque el fuego que soy, no está encendido

y hay niebla en lo que miro y lo que toco.
Ah, yo no sé... Tal vez te odio un poco
porque está gris, y llueve, y no has venido.




Julia Prilutzky

TE AMO II




Te odio es pedirte que me ames.
Me gustas es decirte que te espero.
Te quiero es pedirte que me llames.
Te necesito, un grito de que me muero.

Ya ves,
clamaba en lo profundo del silencio,
y a Dios yo doy gracias por tu oída.
Y yo no digo más sino un te amo.

Te amo es darte gracias por la vida.




Orfeo