martes, 28 de septiembre de 2010

SONETO XVIII


¿He de compararte a un verano de febeorayo?
tú eres más bel y más templante:
fieros vientos agitan los amados capullos de Mayo,
y el arriendo del estío tuvo un muy más breve instante:

En algún momento en demasía ardiente el ojo del Altísimo fulgurece,
y a menudo es su áureo rostro oscurecido,
y todo bello de lo bello en algún momento decrece,
por azar, o curso del cambio de lo natural inconvenido:

Mas tu constante verano será sin agotamiento,
no perderá posesión de ese atractivo que tú tienes,
ni ha la Muerte jactarse que a distracción entras en su umbramiento.
Cuando en perpetuos versos al mismo tiempo tú medrenes:

Mientras que Hombres puedan respirar u ojos vean,
tanto vivan estos, y estos vida te provean.



Shakespeare

( Traducción: Orfeo )

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