viernes, 8 de octubre de 2010
[. . . ] DEL OTOÑO
Hagamos el otoño,
no hagamos el amor,
porque el otoño es la fusión entre luz y lejanía.
Yo quiero que hoy hagamos el otoño,
que seamos árboles y que se caigan nuestras ropas.
Ven, hagamos esto y no el amor,
porque al amor nadie lo ha creado.
Oh sé, sé mía y de la noche hasta la aurora.
O bien si quieres haremos la primavera,
en la que toda mano trina y la dama
da una flor llamada hijo.
Ven, doncella, juntos haremos nuevas estaciones.
Inventaremos nuevos besos y sonidos…
Buscaremos otras formas de ser uno,
bailaremos sin cansarnos
el sagrado vals del círculo nocturno.
Y llegada la aurora,
seguiremos perfeccionándonos,
aún convergeremos, aún crepitaremos,
aún seremos verbo en perífrasis constante.
Orfeo
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